By Claudia Cervantes, Bilingual Training Coordinator for the Protect Our Children Project

Recientemente asistí al Encuentro Regional de Coordinadores del Proyecto Protegiendo a Nuestros Niños que tuvo lugar en Eugene. Fue un día completo de inspiración y aprendizaje, y sin duda puedo puedo decir que después de la primera conferencia, yo ya no era la misma persona, ahora era alguien con una nueva esperanza que llenaba mi corazón: Resiliencia. Todos podemos sanar y superar los traumas que vivimos en nuestra niñez y vivir una vida con sentido, con propósito.

La doctora y terapeuta Amy Stoeber, habló sobre las experiencias adversas en la infancia y como pueden ser tratadas a través de una Educación para la Resiliencia. Todos nacemos con la habilidad de ser resilientes, eso significa que nacemos con la capacidad de superar los traumas vividos en la niñez y enfrentar la vida desarrollando nuestras fortalezas. Y aunque esta es una habilidad nata, también “La resiliencia puede ser enseñada, modelada y mejorada”, dice la doctora.

A través de nuevas rutinas, el cerebro de los niños y adolescentes se modifica y se construyen nuevas conexiones en la estructura cerebral para desarrollar nuevos comportamientos y habilidades.

Si los adultos promovemos la habilidad de resiliencia, los niños y adolescentes pueden desarrollar capacidades de competencia social, autonomía, solución de problemas, un sentido de propósito y la creencia en un futuro brillante.

Pero, ¿Cómo obtener resultados positivos en una educación para la resiliencia? Aquí les comparto algunas ideas de la doctora Amy en la creación de un sistema de apoyo a la hora de promover una educación para mejorar la resiliencia en niños:

Por parte de los padres:

• Amor incondicional. Recordar a tu hijo o hija que los amas pase lo que pase y haga lo que haga.
• Modelar las conductas que se esperan. Hablar con tu hijo o hija  con atención, mirarle a los ojos,  no mentirle, abrazarlos, ser ordenado, respetuoso, amable.

Por parte de los profesionistas (maestros, terapeutas, otros adultos que ayudan al recibir ayuda profesional)

• Comunicación en una postura sin juzgar. Los padres y niños deben sentir que las personas de apoyo no están ahí para juzgarlos.
• Somos un equipo: Las metas que se quieren lograr se establecen en conjunto. A través de un lenguaje que implique un “nosotros”.

Ideas para pasar tiempo con tus hijos y ayudar a desarrollar Resiliencia. La doctora sugiere pasar 10 minutos al día tres veces a la semana, evitando todas las distracciones como el uso del celular y dejando que tu hijo o hija elija un juego o actividad. Les comparto uno de los juegos propuestos en la conferencia:

• “Te amo sin importar que…” Yo jugue este juego con mi hija de nueve años  y le pregunte: “¿Me quieres aunque no cocine quesadillas todos los días? Y ella me dijo, si mama, de todos modos te quiero. Y luego ella me pregunto, Y tu ¿me quieres aunque a veces me enoje? Y yo le dije, si, te quiero de todas formas sin importar que.